Hay que preparar satisfactoriamente los grandes cambios

Hay que preparar satisfactoriamente los grandes cambios 

Por Carlos A. Chiara Díaz

Hace un tiempo advertíamos (cfr. Editorial del suplemento de abril del 2015 titulada) que no era conveniente apresurar la instalación en el orden nacional de un sistema acusatorio sin haber completado los estudios, la normativa y los elementos indispensables que lo sustentara en materia de estructura y gestión administrativa-judicial para hacer realidad la declamada imparcialidad e impartialidad de los jueces merced al reconocimiento del ejercicio efectivo del poder de acción penal a cargo del Ministerio Público Fiscal, sin perjuicio de admitir para la víctima la intervención que por su condición merece, sin mengua de la eficacia y de la obtención de los fallos en tiempos razonables y con resultados alejados de influencias políticas, de las corporaciones y desde el poder, que los tornen incomprensible y/o sospechosos para la sociedad.-

También sostuvimos entonces que era menester encontrar para la gran reforma judicial penal y sus alcances, la ubicación que merece como política de Estado, indispensable que obtuviera los consensos necesarios sin distorsionar el poder punitivo del Estado -tal cual sucedió por ejemplo en Chile- ni convertirlo en un instrumento que brinde impunidad o protección a los militantes de un sector social o político dominante y que persiga a otros que con ideas, objetivos y actividades diferentes tienen derecho a no ser considerados solo por eso enemigos y/o transgresores del orden establecido.-

Fue muy ilustrativo para incrementar argumentos haber podido asistir y participar como invitado del ámbito académico y judicial a la 16th. International Conference of Chief Justices of the Wordl (World Judiciary Summit-201), organizado por la City Montessori School (CMS), en Lucknow, India, con una asistencia que superó los 600 participantes activos, entre los cuales figuraban jueces, abogados, fiscales, políticos, altos funcionarios de los Estados (Presidentes o Ex Presidentes de Cámaras y Cortes, dignatarios de Partidos Políticos, Ministros o Secretarios de Justicia, entre otros), donde hubo muy interesantes exposiciones de experiencias y propuestas concretas para superar situaciones que obstan a la organización de un sistema de seguridad hacia el interior de los países y de las regiones, con proyección mundial y partiendo del respeto de la dignidad de las personas involucradas como víctimas, autores de contravenciones y delitos, condenados, niños y adolescentes y demás sectores vulnerables por el accionar mafioso de los traficantes de armas, drogas y de concepciones religiosas o políticas que pretenden el aniquilamiento de quienes son considerados enemigos a destruir.-

Esa modalidad observada desde hace varios años en la India para abordar tan amplia temática debe servirnos como ejemplo a fin de encarar con audacia y perspectivas ciertas de cambio nuestra gran reforma del sistema penal y procesal penal, a partir de concepciones criminológicas renovadas y de la perspectiva de hacer viable la participación popular en el trámite y resolución de los casos penales (juicios con o por jurados), nuestra modalidad de encarar espasmódicamente ámbitos separados, como se ha venido haciendo con el Código Penal, el Derecho Procesal Penal y las estructuras jurisdiccionales, fiscales y de la defensa, sin reconocerles conexión en un plan integral a corto, mediano y largo plazo, que seguramente nos brindaría mejores resultados, evitando resistencias sectoriales y políticas.-